lunes, 18 de enero de 2010

Una tarde de fuente con bronce.

Era una ciudad con fuente parqueada de bronce.
Una ciudad enorme con corazòn de fuente y de bronce y palomas grises de ùnica raza. Yo divagaba entre sístole y diástole en este corazòn al borde del desborde. Hacía frío y pedí un tenue café callejero que siguiera justificando mi estadía frente a los cupídos que, para los mas, escupían junto con el agua frases de amor moderno. Para los menos, entre los que me supe, a destierro inquebrantable.
La tarde fue gris , llovió y no pude moverme. Quedé postrado frente a los culoncitos que parecían llorar de lluvia.
Creo que la fuente se desbordó y la transforméen océano, en una inmensidad de aguas suaves donde encontraba una escama. La verde escama última de tu sexo.
Revivía allí el whisky y las galletas industriales en tu aliento nocturno. En tu último gemido.

Solo que el clima es loco todo el rato y salió el sol. El oceáno cedió. Se secó. Definitivamente nunca llegarías.
¿ Viviste en una habitación de lujo? ¿ En una ciudad de techos altos y grandes carros?
Seguramente que le faltó bronce a esa ciudad muerta. Bronce y frases de cupídos . Y, sobre todo , le faltó un enorme corazón de fuente de los deseos derrumbados.
Seguro que me faltaste esa tarde y las que le siguieron.

2 comentarios:

  1. encontrar palomas de una sola raza en el parque es como encontrar mujeres con un solo raye en la cabeza. puto utopico poeta como vas?

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  2. La lluvia me pone triste. Mi felicidad al sentir una caricia sobre el hombro desapareció al darme cuenta que tan solo era una mezcla de agua y nostalgia de viejas cosas que ya nunca volverán..

    Te ibai a encontrar con alguien?

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