Brillante y rapado arquero del verbo,
tus huecos de vidrios oscuros lo ven ,
aquello que el loco nos dice por "loco" ,
intensas nociones del dolor de ser.
Tenaz observeta del pulso del tango ,
que mueve los pies del hombre de hoy ,
prescribe recetas contra la ignorancia
y dardos al "orden" sin resignación.
Es seguro ,sabe ,este literato,
lo acompaña fiel el aullido feroz
de aquella guitarra de sombrero alado
que parafrasea su genia oración.
Avivando bestias vuelven a encontrarse ,
grandioso episodio del libro del rock ,
reenlazan con texto a los que mandar suelen ,
su eterna macumba es esa canción.
Es una línea, y otra línea y otra línea más.
Las más invitan a la reflexión.
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