sábado, 7 de noviembre de 2009

Alzándonos (ese animal que ya no late)

La mirada del alce, la hierba deglutida, satisfacción infinita.
Sabe que lo observo y me imita en un juego de intrigas genéricas. Creemos encontrar , recíprocamente, en el otro al modelo de animal inferior, detestable, lo que nos lleva a una demostración de fuerzas. Avanzando y retrocediendo en una rumba intempestiva, decidimos atacar. Mi puñal se hunde, tenso mercurio, y puedo escuchar un quejido ancestral, acomstumbrado ( siempre fue así), pero no sin aires de venganza.
Ramificados cuernos maceran y perforan mi carne que arde y sabe a la miel que producen las fauces de ese animal desangrado a mi lado.
Ambos entendemos que no es personal, que simplemente nos tocó por naturaleza. No podremos corregir el rumbo trágico del acto final. Yo animal y el humano caen entrelazados, desvariando los últimos suspiros que fueron capaces de retener.
La noche. Ya no es oscuro mi reflejo en el inodoro. Murieron ellos para nacer yo.
Soy su síntesis y su antisíntesis. Su completa negación que los evidencia.

20/10/09 San Agustin, depto. de Huila, Colombia.

1 comentario:

  1. yo solo e podido escribir un buen cuento
    para niños, ves como llego a ser de
    engreido pero pretensioso. respiro.
    se que e escrito un buen cuento para niños,
    se que hay sangre y que hay acero caliente que pretende latir,y que hay miradas que parecen nubes naranjas al momento de la muerte, pero yo
    quisiera escribir otro buen cuento para niños o al menos recibir algunos pesos por el primero.

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