viernes, 27 de noviembre de 2009

Solemos buscar, para la hora de la cena, muñequitos de macumba de nosotros mismos.
Fieles representaciones porcelanezcas de nuestros intereses, gustos, opiniones , ideas y esas latitudes.

Preferiría no verme tanto al espejo, quizás me descubra un poco estúpido, bastante insoportable.

Me quedo con una radiolina que me hable en la cocina de modas pasadas y eructos ajenos mientras hacemos el amor , también en la cocina , sellando nuestras carnes en un wok con aceite(usado) hirviendo.


Una nena cuya fresa sea algo más,
una llave al otro lado de las cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario