viernes, 4 de diciembre de 2009

Grisácido.


No es una explosión de conciencia, ni la atomización del ego, ni la desintregación del yo , ni experiencia sensorial mística alguna.


En todo caso es la desintegración del yo, del tu, del el, y de todos los otros pronombres.


No es un juego virtual de niños , ni de conquistadores gerontes empedernidos.


Es más, mucho más que una imagen capturada. Es , decimos, una ciudad capturada en un segundo imagenario que está próximo a dilatarse, contraerse, dilatarse y esparcirse. Implosionarse.


No es sólo la última muestra de poderío bélico de la 2da guerra y la primera de la guerra fría.


Es, fue y será el máximo exponente del fracaso de la humanidad en una sola escala de grises.


(Al menos que tengan pensado plantar flores mas venenosas en próximas ocasiones.

Pero tranquilos, in god we trust)


1 comentario:

  1. toda esta mierda es muy triste, uno a veces quisiera dormir en el mundo de las filminutas sin tener que golpiar a nadie

    ResponderEliminar