sábado, 19 de diciembre de 2009

No hay nada que festejar.

En una pared de Merida, ciudad de las sierras venezolanas, decìa:

" 12 de Octubre , dìa de la resistencia indìgena"

Me parece una buena idea empezar de una vez a llamar las cosas por su nombre y a prestar mas atenciòn a la simbòlico, que pesa mucho.
O sino fijèmonos còmo nos acostumbramos a tener al genocida mas grande de nuestra historia en el billete mas grande de nuestra economìa. En un paìs que casi la mitad de su historia tuvo gobiernos de facto, dice mucho.

Asì se recompensa en este globito lindo. Cuanto màs hijo de puta , màs alto , màs admirable, màs pròcer, màs estatuas de barro que petrifiquen la muerte en la cara de ese valiente verdugo.

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